Autorretrato con la oreja cortada
Vincent Van Gogh (1889) The Courtauld Gallery, Londres |
Era el pintor de la luz y del color, quería llevar su brillo a los que sufrían, pero cuando terminó con su vida era una sombra de sí mismo. Van Gogh dependía económicamente de su hermano Theo, marchante de arte, dedicándose a la carrera artística después de abandonar su camino como predicador itinerante.
Alcohólico, visitante asiduo de prostíbulos, un hombre de pasiones descontroladas y viscerales, nunca consiguió ganarse la vida como pintor, de hecho mientras estaba vivo sólo consiguió vender su 'Viñedo rojo'. En el año que pintó este cuadro, 1888, se había desplazado a Arlés atraído por la luz de la Provenza, y allí compartía una casa con Paul Gauguin, ya un pintor de éxito. No tenían una buena relación y tras una fuerte discusión Gauguin se fue, sintiéndose amenazado. Cuando volvió a la mañana siguiente un gran número de personas se hallaban frente a su domicilio, el interior estaba completamente salpicado de sangre y Gauguin fue detenido. Van Gogh había vuelto solo por la noche, se había cortado el lóbulo de la oreja con una navaja y después lo había envuelto en un papel de periódico, llevando obsequio tal al burdel donde trabajaba una mujer llamada Rachel: 'De verdad te lo digo, pensarás en mí', cuentan que le dijo mientras se lo entregaba.
El pintor fue internado en un asilo para enfermos mentales donde pintó este 'Autorretrato con la oreja cortada'. Cuando fue dado de alta, a los treinta y siete años, se suicidó.
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