La vida bohemia de Suzanne Valadon

Suzanne Valadon trabajando en su estudio en 1926

Suzanne Valadon (1867-1938) nace en Bessines-sur-Gartempe, una localidad de la región de Lemosín (Francia), con el nombre de Marie-Clémentine Valade. Hija de una costurera, aunque se inventa varios orígenes fantásticos para su nacimiento e infancia, se fuga a París con 14 años y tras ella va su madre.
Tras un tiempo robando y sobreviviendo como podía le ofrecieron trabajo como acróbata ecuestre en un circo, el cual aceptó, y posteriormente trabajó como trapecista. Ejerciendo esta actividad sufrió un accidente que le hizo abandonar el circo.
Comenzó entonces a trabajar de modelo, se inició con Puvis de Chavannes, posó para Degas, Renoir y Toulouse-Lautrec, y su interés por la pintura hizo que aprendiese poco a poco viendo a los grandes maestros. Fue Toulouse-Lautrec quien descubrió sus pinturas y la animó a continuar, proponiéndole cambiar su nombre por otro más artístico: se le ocurrió Suzanne, ya mostraba su belleza juvenil a los ancianos que la tomaban como modelo.

Raminou y un jarrón con claveles
Suzanne Valadon (1932)
Colección privada

En 1883 dio a luz a un hijo, el conocido pintor Maurice Utrillo -en aquellos momentos de apellido Valadon-, que se convirtió en un joven muy complicado, violento y alcohólico ya a la edad de 12 años. El apellido se lo dio el periodista español Miquel Utrillo i Molins, un antiguo admirador, en 1891.
Tras vivir una temporada con un amante en una casa de campo, sin soportar aquella vida que consideraba aburrida y no estaba hecha para ella, le abandonó y volvió a París con su material para pintar, acompañada de dos perros, una cabra, una cierva y un gato abandonado que halló en el camino.

Adán y Eva
Suzanne Valadon (1909)
Centre Pompidou, París

Comenzó a hacerse famosa, conviviendo con un nuevo amante, su madre y su hijo Maurice, que continuaba siendo alcohólico intentando desintoxicarse periódicamente. Con él y con el que más tarde fuera su marido, André Utter -también pintor-, formó la llamada Trinité maudite, grupo familiar famoso por sus excentricidades y por su vida desordenada y autodestructiva. Suzanne y André son los protagonistas de su famosa pintura Adán y Eva, de 1909.

Suzanne Valadon murió el 7 de abril de 1938, mientras una ambulancia la llevaba al hospital tras haber sufrido una hemorragia cerebral, y fue enterrada en el Cimetière de Saint-Ouen. Fue siempre un espíritu libre y bohemio, conocida por sus excentricidades, que trabajaba en un estudio donde alimentaba a sus gatos, todos los viernes con caviar, y una cabra se comía los dibujos que no le agradaban. 

Desnudo con colcha de rayas
Suzanne Valadon (1922)
Musee d'art Moderne de la Ville de Paris

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