El simbolismo del coral en la joyería infantil del siglo XIX
Retrato de la hija de Diego Hurtado de Mendoza, Vicente Palmaroli (1873) Museo del Romanticismo, Madrid |
En muchas pinturas del siglo XIX podemos observar como, un complemento habitual en los niños, son joyas en las que tiene un importante papel el coral, principalmente el rojo. Se emplea también en la joyería para adultos y en la tradicional, siendo un elemento protector habitualmente.
Los niños Sackville (detalle), John Hoppner (1796) The Metropolitan Museum of Art, Nueva York |
El coral está considerado como una de las cuatro piedras preciosas biológicas, junto a las perlas, el ámbar y el marfil. Se le valoraba también como solución para diferentes enfermedades desde la Antigüedad, relatándose su origen en la mitología griega de la siguiente manera: cuando Perseo fue a liberar a Andrómeda del monstruo marino Cetus llevó para ello la cabeza de Gorgona, cuya terrible mirada aún muerta le convirtió en piedra; tras esto Perseo tiró dicha cabeza al mar petrificando las algas marinas sobre las que cayó, que tomaron de sus gotas de sangre el color rojo. Posteriormente las ninfas marinas, según Ovidio, lo fueron sembrando por todos los océanos.
Colgante con el retrato de la pequeña Emma Marie DePolignac (c. 1862) Vía: http://portraitminiature.blogspot.com.au/ |
La facilidad para tallar el coral hace que se pueda contemplar con múltiples formas, convertidas en amuletos. No solamente se utilizaba para los niños, como decíamos, su color rojo se vincula a la sangre y también al amor así que se utilizaba para remediar enfermedades y problemas relacionados con los mismos (menstruación, hemorragias, partos, desavenencias matrimoniales...).
En cuanto a su relación con el mundo infantil, además de ser benefactor para los partos, se consideraba que era un protector frente a las sombras oscuras, frente al mal de ojo, cabe recordar que en el siglo XIX la mortalidad infantil era muy alta. En forma de cuentas engarzadas en un hilo y empleadas como collar solía utilizarse también en los niños como ayuda para el dolor de la dentición.
La Virgen con el Niño, Gérard David (h. 1520) Museo Nacional del Prado, Madrid |
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