Abanico 'mandarín' o 'de las mil caras'

Abanico de manufactura chino-cantonesa, pero realizado expresamente para su exportación a Europa.
Es un abanico 'mandarín' o de las 'mil caras', cuya característica principal era su varillaje, de madera o marfil y profusamente tallado, en cuyo país se solían representar escenas domésticas, sociales o ceremoniales (en este caso es una vista de la ciudad de Cantón con los 'hongs' o factorías occidentales), con infinidad de personajes chicos, cuyas caras están realizadas con finas láminas de marfil (de ahí el nombre 'de las mil caras'). Además, este abanico es telescópico, por lo que se podía aumentar o disminuir la longitud del varillaje.

Texto e imagen enviados por María Jesús Cabrera, del Museo del Romanticismo (Madrid), lugar en el que se reside esta maravillosa pieza.